Hasta la fecha, cuando el heredero, el causante o el donatario eran No Residentes, o bien se trataba de una donación de un bien situado en el extranjero, se aplicaba la legislación estatal del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) y, por tanto, no se aplicaban las bonificaciones autonómicas, que reducen considerablemente el impuesto a pagar respecto de la normativa estatal.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dio un importante paso en el año 2014 porque puso fin a esta discriminación y obligó a la modificación de la normativa estatal del impuesto.
A pesar de que la Sentencia del TJUE podía afectar a Residentes comunitarios y extracomunitarios, el legislador español, en el año 2014, modificó la Ley estatal del ISD, permitiendo aplicar, sólo a los Residentes de la UE o del EEE, los beneficios fiscales de la Comunidad Autónoma con la que existiera determinada conexión (lugar de residencia del causante o del heredero, lugar de situación de los bienes en España).
Por tanto, la ley continuó siendo discriminatoria con los residentes extracomunitarios y la Hacienda española rechazó todas las devoluciones del ISD solicitadas por los mismos.
Pues bien, recientemente el Tribunal Supremo (TS) en una sentencia dictada en el mes de febrero, ha obligado a indemnizar al Estado español a un residente en Canadá a devolver la diferencia entre lo que pagó por Impuesto de Sucesiones, aplicando la legislación estatal, y lo que tendría que haber pagado aplicando la legislación autonómica.
Posteriormente, el TS se ha pronunciado en el mismo sentido en el mes de marzo, reiterando este criterio.
Con ello, ha quedado claro que la legislación estatal del ISD es discriminatoria para cualquier No residente, y ello abre el camino para solicitar la devolución de dicho impuesto en aquellos supuestos en que se haya pagado un elevado importe, por aplicación de la normativa estatal, en herencias o donaciones, tanto con Residentes comunitarios como extracomunitarios.